Por Mariano "Nimo" Molina.
El domingo nos encontró en un Atlántida muy caluroso, con un compromiso - quizá el primer compromiso realmente serio del año - más que complicado: enfrentar al conocido Defensores de Alvear, uno de los mejores equipos que sin duda alguna disputa el liderazgo de los torneos hace algunos años, con el condimento de vivirlo como un clásico para ambos equipos. La cita realmente era complicada, ya que nuestro equipo estaba diezmado de ausencias (Manu, Matías Revuelta, Chayo, y aquellos que decidieron no participar del torneo de verano), y con mucha suerte y ayuda de Martín llegamos a 12 jugadores. En la charla técnica se hablo de lo de siempre... quien al primer palo, quien al segundo, pelota parada, barrera, etc etc etc., pero creo que lo que ganó el partido fue haber sabido trabajar la cabeza del rival, y el constante esfuerzo de los 11 jugadores que se pararon en la cancha. Por su parte, y no alcanzando con el gran equipo que ya es de por sí, Alvear decidió sumar a sus filas - esperemos que sólo por este torneo - a los mejores jugadores del mejor equipo de esta liga: Fabert...
No bien comenzado el encuentro, y cuando recién nos acomodábamos, una jugada clara de expulsión (planchazo terrible al tobillo) dejó a Gastón - nuestro único jugador de marca en el mediocampo y figura de los últimos partidos - fuera de la cancha (algo más???), con una falta que si se comete fuera de los 5 minutos de empezado el partido, es expulsión directa (error garrafal del árbitro, a mi entender tuvo un mal desempeño para ambos bandos). Con todo esto, más cuesta arriba se hacía el partido para el Vasco, quien supo controlar la situación tratando de mantener el mismo esquema, bajando al que creo que hoy en día es el mejor jugador del equipo, Facundo Alonso (alias, el dulce), a jugar de Nº 5, corriendo a todos los rivales y aportando su viveza para jugar al futbol (un fenómeno total), e intentando contragolpear con Moli y Martín que había ingresado a jugar de delantero de área. Mosca, por su parte, con un gran despliegue por la banda derecha, aporto muchísimo sacrificio y cumplió a rajatabla lo que Juan le había pedido: ayudar en la marca, al igual de Seba quien desde su llegada al Vasco aprendió lo que es correr. Así se fue el primer tiempo, habiendo tenido el Vasco la única chance cercana al gol, con un desborde de Moli y un centro que casi se le escapa al arquero y la empuja Facu.En el segundo tiempo, los primeros minutos del Vasco fueron muy buenos, llegando mano a mano en dos oportunidades que no pudieron concretarse, pero luego el predominio de Alvear fue creciendo, teniendo la pelota en el mediocampo y ataque, pero sin llegar en forma clara a zona de gol, excepto un disparo en el travesaño.Luego el Vasco tuvo una más en los pies de Moli, que el arquero rival supo despejar en forma notable, y así se fue el partido. Penales, victoria vasquense y punto.
No alcanza con tirar una camiseta a la cancha para que gane el partido, y eso está claro. El Vasco tiró su historia en la cancha. El Vasco salió con la cabeza puesta en que el partido no podía escapársele (formando con la formación que fuera, y encontrándose con el rival que sea), y saltó a la cancha decidido a hacérselo saber a Defensores también.
Mucho orden, mucho huevo y mucha inteligencia le dieron al Vasco la victoria, y a otra cosa. Que nos colgamos del travesaño, que no jugamos a nada, que la tiramos para arriba, que jugamos de contragolpe, etc etc etc. Digan lo que quieran, estimados, pero al futbol se gana de una sóla manera: metiendo la pelotita en el arco rival, y si tu equipo la mete menos veces que el rival, perdés. Así de sencillo es el futbol. Y si no puede meterla, por más que el rival se cuelgue del travesaño, que no juegue a nada, que la tire para arriba y que juegue de contragolpe, el problema es de tu equipo, y no del contrario. Y así fue lo del domingo... ninguno de los dos la metió en el partido, el Vasco metió más veces la bocha adentro del arco de Alvear en los penales, y a otra cosa mariposa. Victoria, festejo merecido, y listo.
Ahora queda seguir peleando este torneo (a mi criterio, más por los premios que por la gloria, ya que los rivales no son los de siempre y para mí no es lo mismo), olvidarnos ya de lo de ayer, tratar de recuperar la gente como para tener recambio, y ponernos a punto para el resto del año, pero quiero agregar una última cosa (con ambas manos, dedo pulgar e índice haciendo un semicírculo a la altura de la pelvis): QUÉ HUEVOS QUE TENÉS VASCO, QUÉ HUEVOS QUE TENÉS!!!!
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